Parece ser que en los espacios protegidos no se puede coger setas. Pues en Asturias tenemos, de oriente a occidente: Parque Nacional de Picos de Europa, Parque Natural de Ponga, de Redes, de Las Ubiñas-La Mesa, de Somiedo, de Las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Además, La Reserva Natural Integral de Muniellos, Reserva Natural Parcial de Cueto Arbás, de Peloño, de la Ría de Villaviciosa, del Eo, entre otras, y los Paisajes Protegidos de Peña Ubiña, la Costa Occidental, Oriental, Sierra del Aramo, del Pico Caldoveiro y de las Sierras de Carondio y Valledor. Prácticamente todo el territorio asturiano desde oriente a occidente y del mar a la montaña. Eso sí, en el concejo de Siero, donde vivo, al menos, de momento, no hay prohibición alguna. Y podemos darnos por contentos, porque parece ser que nuestra codiciada seta de primavera (Calocybe gambosa), se está recuperando y vuelven a aparecer corras que llevaban años sin fructificar. Esperemos que no sea producto de una excelente primavera y cuando las condiciones climáticas no sean tan favorables, vuelva la escasez de esta apreciada seta.
Con esta situación, nuestras salidas en primavera a recoger setas por la cordillera se han terminado y ahora nos dedicamos a contemplarlas y de paso, si hay suerte, como en esta ocasión, a disfrutar de la fauna salvaje que estos espacios protegidos nos ofrecen. Setas no cogimos, pero vimos esta pareja de osos, un macho que sigue de cerca a una hembra en celo para evitar competencia de otros osos, durante un buen rato, lo que nos permitió fotografiarlos e incluso sacarles un vídeo. En esta ocasión, el cambio no fue tan malo: setas, por osos.
Con esta situación, nuestras salidas en primavera a recoger setas por la cordillera se han terminado y ahora nos dedicamos a contemplarlas y de paso, si hay suerte, como en esta ocasión, a disfrutar de la fauna salvaje que estos espacios protegidos nos ofrecen. Setas no cogimos, pero vimos esta pareja de osos, un macho que sigue de cerca a una hembra en celo para evitar competencia de otros osos, durante un buen rato, lo que nos permitió fotografiarlos e incluso sacarles un vídeo. En esta ocasión, el cambio no fue tan malo: setas, por osos.